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19/06/2012 - Enfriar edificios consumiendo poca energia
Enwave, el gestor de aguas de Toronto, utiliza el agua profunda del Lago Ontario para enfriar el sistema centralizado de aire acondicionado del distrito financiero y político de la ciudad. 56 rascacielos e instituciones lo utilizan y han reducido un 80% sus facturas de la luz.
"El sistema es sencillo: utilizamos el agua profunda del lago, que está a 4 grados centígrados, para enfriar el circuito de refrigeración de la ciudad hasta 6 grados", dice Yianni Soumalias, portavoz de Enwave. Ese agua fría se distribuye hasta 56 grandes edificios para abastecer el aire acondicionado y evitar el uso de aparatos eléctricos.
"El sistema puede aplicarse en Europa y funciona con agua de mar. Sólo tienes que encontrar la temperatura adecuada" asegura Soumalias, que añade que "la refrigeración por agua fría puede reducir la factura de luz de un edificio en un 80%". Además, el precio es inferior a las instalaciones de aire acondicionado, según la compañía. El problema reside en la infraestructura necesaria.
Enwave, participada por el Gobierno del Estado de Ontario, invirtió 250 millones de dólares canadienses en el proyecto, cuya construcción se prolongó tres años y opera desde 2003. Consta de unas tuberías de captación de agua fría a 83 metros de profundidad, un centro de filtrado, una instalación de transferencia de temperatura y el circuito de distribución.
Otras ciudades de la zona están estudiando el sistema, como Chicago o Michigan. Enwave también analiza el mercado del sur de Europa y ciudades costeras como Barcelona o Valencia podrían utilizar la refrigeración por agua. El límite lo pone el presupuesto y la necesidad de una alta densidad de población, aunque el retorno de la inversión es a medio plazo. En la ciudad de Toronto lo utilizan unas 100.000 personas.
"Adaptar un edificio con un sistema tradicional al nuestro es más difícil que empezar de cero, pero la instalación sigue siendo rentable, especialmente en países donde la electricidad es cara", afirma Soumalias. En zonas como la costa española, donde las necesidades de refrigeración se prolongan todo el año y el precio de la luz es alto, puede ser una solución rentable y renovable.
